La quinta entrega de “Blas Infante, un hombre para el pueblo” arranca con la proclamación de la II República Española el 14 de abril de 1931. Con el nuevo régimen resurgen las reivindicaciones autonomistas como forma de asegurar el progreso y la libertad de las regiones. En marzo de 1931, Blas Infante y su familia abandona Isla Cristina (Huelva) camino a Coria del Río (Sevilla) tras conseguir allí una plaza de notario. Un mes después, cuando cae la Monarquía, él se entrega a una frenética actividad política, ingresa Partido Republicano Federal y concurre a las elecciones de junio de 1931. Su labor política continúa pero el estallido de la Guerra Civil impide que Andalucía tenga su propio estatuto durante la II República. Habrá que esperar al 28 de febrero de 1981 para que sea una autonomía de pleno derecho.