Veinte días después del beso robado a Jenni Hermoso, Luis Rubiales dimite como presidente de la Federación de fútbol. A él le ha consumido su propio personaje. El caso empaña la victoria de la selección femenina en el Mundial y ha abierto el debate sobre la igualdad en el fútbol. La actitud de Rubiales ha abierto un profundo debate sobre el consentimiento sexual, el machismo, el abuso de poder o la discriminación de la mujer en el deporte. La sociedad ha sacado tarjeta roja a un comportamiento que ensombreció la histórica victoria de la selección femenina en el Mundial. Lo analizamos en "Los Reporteros" en el reportaje "Cambiar el mundo... jugando".