Sergio vivió en París y Atenas, ahora es artista en su pueblo de Albaida del Aljarafe (Sevilla), donde da clases de pintura, ayuda a sus padres en el huerto y monta a caballo. Isabel aceptó la propuesta de su padre, abrir una clínica de odontología en el pueblo malagueño de Almogía, y no se arrepiente. Y Carlos, ingeniero agrícola, dejó la ciudad por el pueblo gaditano de San José del Valle. Sus quesos de cabra se venden por toda España.