El segundo capítulo de la serie “Al otro lado de la música” se centra en la música antigua, que abarca hasta 1750, y lo hace a través de cuatro agrupaciones musicales sevillanas. En primer lugar, los miembros de Artefactum (Álvaro Garrido, José Manuel Vaquero e Ignacio Gil) señalan cómo la música medieval sale de los claustros y adquiere una connotación popular innegable, con un claro matiz lúdico. Arnau Rodón, corneta y flautas de pico de la agrupación Ministriles Hispalensis, reflexiona sobre el resurgir de la música durante el Renacimiento, con un auge de toda la polifonía y el nacimiento de nuevas familias de instrumentos. Aníbal Soriano, guitarra barroca del grupo Marizápalos, profundiza en el desarrollo del Barroco en Sevilla a partir de 1600. En él toman especial relevancia el órgano, la clave y el arpa, instrumentos con larga tradición de práctica religiosa, pero el gran instrumento será la voz, el coro. Por último, Ruben Díez, flautista de Rare Folk, presenta a esta banda de música instrumental mezcla del folk, la música electrónica y el jazz.