El segundo capítulo de “Teatro breve andaluz” trae a escena el sainete “La pitanza”, de los hermanos Álvarez Quintero. Una típica plaza andaluza sirve de escenario para esta obra corta protagonizada por Clemente (Eulogio Serrano), un cochero sevillano, que espera a su mujer para que le traiga el almuerzo. Su espera es interrumpida por Andrés (Pepe Quintas), el novio de su hija Jesusa (Mari Carmen Serrano) que viene a pedirle la mano y es echado con malos modos. Por fin llega el almuerzo, lo trae Jesusa que ve como, a medida que el padre va comiendo, le va cambiando el humor. Finalmente, y ya con el estómago lleno, los tres se van a celebrar el futuro matrimonio. El diccionario de la RAE define la pitanza como “una ración de comida que se distribuye a quienes viven en una comunidad o a los pobres”. En el final de la obra, el bueno de Clemente sentencia una verdad universal: “hay disgustos en el mundo y están las cárceles llenas de locos porque la mitad pasan hambre”.