Séneca y Doña Mati se encuentran con Don José en la Feria, a la que el primero recomienda llegar el cuarto día porque así esta fiesta “se saborea con filosofía”. Reunidos en torno a una mesa, están atentos a los tratos comerciales que se realizan entre vecinos y las estrategias que utilizan para la compra-venta, una forma de negociar que elogia Séneca frente a las frías relaciones con la Administración. Se une a esta reunión el Señor Blanch (José Lifante), un agente de bolsa al que Séneca quiere vender un cortijo por 50 millones de pesetas. La operación no parece compleja, pero comprador y vendedor tendrán que aunar puntos de vista.