Capítulo 21. El Séneca y el verano

Séneca está convencido de que la relajación en la época estival a causa del calor provoca la docilidad de los hombres.

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Capítulo 21. El Séneca y el verano

Séneca y Padre Prior visitan a Fray Simplicio, que se encuentra postrado en la cama. Les acompaña Doña Resurrección para cumplir la última voluntad del moribundo: ver a una mujer. Pero no resulta tan bien cómo pensaban. Ya en su casa, nuestro protagonista y Don José se alivian del calor con un abanico y un botijo. Durante el sopor de la tarde, conversan sobre el tiempo, la instalación de un semáforo en Villablanca, el año que nevó en el pueblo, el invierno que fue a visitar al marqués a Sevilla y sobre Magdalena, su sobrina, a la que aún no ha perdonado por un desliz que cometió el pasado verano.