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Ganaderos con toda una vida de trabajo a sus espaldas
En esta nueva entrega, “Campechanos” se traslada hasta el municipio gaditano de Jerez de la Frontera para conocer a Felipe Morenés. Estudió Perito Mercantil y Dirección de Empresas Agroalimentarias, siendo uno de los fundadores del Instituto Internacional San Telmo, de Sevilla. Tiene varias fincas repartidas entre Jerez y Arcos de la Frontera en las que actualmente siembra girasoles, cereales, patatas o maíz dulce. Además, posee viñas y bodegas en las que realizar su propio vino y cuenta con ganadería caballar para la cría de caballos y doma. Felipe es presidente de la Cámara Agraria de Jerez y vicepresidente de la Unión de Criadores de Caballos Hispano-Árabes, entre otros cargos. A continuación, el programa se desplaza hasta la provincia de Granada para conocer a Juan Antonio Moreno, natural de Loja, que nació en 1936, cuando la educación era lo último en lo que se pensaba para el futuro de un hijo. A pesar de esto, su familia siempre le quiso inculcar lo mejor y el campo le enseñó lo demás. Desde pequeño estuvo relacionado directamente con la agricultura y la ganadería. Con los años, siguió dedicándose a la ganadería y la agricultura, luchó por seguir llevando el negocio hacia arriba. A sus 81 años y ya jubilado, se niega a abandonar su pasión. “Campechanos” viaja a la provincia de Málaga. En Coín vive Agustín Díaz, un ganadero que se ha criado en el campo y sigue en él porque es lo que más le gusta. Agustín, que ha dedicado toda una vida a su labor, trabajó en una gasolinera aunque sin dejar nunca el campo, ya que cuando su padre se jubiló él prosiguió con el ganado que tenían. Un día se le presenta una buena oportunidad y compra un local en el pueblo. A partir de entonces, empezó a invertir más tiempo a los animales y poco a poco fue aparcando el trabajo en la gasolinera para dedicarse plenamente a la ganadería. Agustín y su mujer tienen una carnicería en el pueblo, crían ellos mismos sus animales y cuentan con un huerto propio en el que siembran hortalizas que venden en la carnicería y con las que alimentan a sus cerdos. Aznalcázar, en Sevilla, es el último destino de "Campechanos". Allí reside Carmen Suárez, una educadora ambiental. Carmen, que es onubense de nacimiento, jamás pensó que se encontraría donde hoy está. Buena estudiante desde joven, tenía claro que quería realizar una carrera y ser bióloga. Al principio, tomó el camino científico, pero más tarde se dio cuenta de que su verdadera pasión estaba ligada con la ecología y con el trabajo de campo. Tras la carrera, durante un tiempo se declina por la enseñanza, por ser formadora, a pesar de seguir realizando trabajos de investigación y doctorarse en Oceanografía. La experiencia adquirida como monitora de educación ambiental en Guadiana, le ayuda a conseguir un puesto en Aznalcázar para el Centro de Visitantes. En el Centro Educativo realizan distintos programas a todos los niveles, funcionando como una granja escuela para todos aquellos colegios que quieran visitarles.